El café que no necesita azúcar, el hallazgo de una taza que por sí sola aporta un punto de dulzor y suaviza la amargura predominante del café.
Esta historia empieza cuando el equipo de César Ros implanta este método totalmente patentado en sus plantaciones de Barahona, donde se cultiva, produce y selecciona este café de
especialidad.
Tras el cuidado de la plantación durante 9 meses, es el momento de recoger el fruto.
El método Mieludo conlleva un proceso totalmente artesanal de secado de los granos de café, éstos, una vez despojados de su pulpa, se impregnan de su propia miel o mucílago, una capa gelatinosa que se encuentra en el interior de cada fruto.
Mientras la mayoría de productores eliminan esta sustancia para evitar fermentaciones no deseadas, nuestro método potencia esta miel dejando el grano impregnado para conseguir que la pulpa se adhiera al grano, durante unas horas para que se inicie la fermentación, aportando la dulzura característica que distingue al mieludo del resto de cafés.
Posteriormente, el café recién despulpado se deja secar bajo sombra en camas africanas durante más de un mes. Los operarios controlan exhaustivamente este proceso, removiendo los granos constantemente para evitar su fermentación y facilitar así un secado uniforme. De esta manera, se obtendrá el punto óptimo de secado del grano.
Tras las clasificaciones por tamaño y una última selección hecha a mano, se obtiene un café en tazacon mucho cuerpo, acidez marcada pero muy equilibrada y con notas de caramelo.
Gracias a la dulzura natural que aporta este café, a causa de los métodos artesanales desarrollados por el equipo de César Ros, se obtiene un café en tazaque prácticamente no necesita azúcar.
